jueves, 11 de agosto de 2016

Lágrimas



De vuelta a esta oscura habitación, las sombras me aprisionan de nuevo, los gritos ahogados de mi última víctima retumban aún en mis oídos. El cálido sabor de su sangre permanece aún en mi garganta, y la dulzura de su rostro inocente y puro envuelve mi mente.... ¡¡NO!! ¡¡BASTA YA!!!! ¡¡¡¡NO SOY UN MONSTRUO, NO SOY UNA BESTIA!!!! 

Llevo mis manos a la cabeza, estoy harta de este infierno, ¿¿POR QUÉ A MI?? Era una inocente muchacha, trabajaba y estudiaba para poder ayudar a mi familia... Mi madre no podía mantenernos a nuestros 5 hermanos y a mí.... Yo solo actuaba todas las noches....Con ese dinero podía comprar comida para todos...Y con el dinero que conseguía acostándome con algunos hombres podía permitirme algún capricho para mí pero... ¡¡¡ AHHHHHH!!!!  

Solo con recordar ese rostro me irrito... esa sonrisa...Ese rostro angelical....Me sedujo....Todas las noches venía a visitarme... Y que noches....Pero.... ¡¡¡NOOOOOOOOOO!!!! No quiero recordar más.... Lágrimas de sangre resbalan por mi mejilla....Todas las noches lo mismo.... Sumida en esta oscuridad aún oigo su voz....Esa voz seductora y espectral que me llama a su lado.... Pero... No quiero volver a su lado...No soy.... ¡¡¡¡NO SOY LA MUÑECA DE NADIE!!!! 

Mis puños chocan con la pared haciéndola retumbar...Unos pequeños escombros caen del tejado.... me cojo el pecho como si aún respirara....Intento calmarme y descansar... La mañana se acerca...El sol empieza a salir por el horizonte...Un sol que ya sólo en sueños puedo ver... Me sumo en un profundo sueño, la oscuridad de la habitación me envuelve... Mi mente va quedando poco a poco en blanco mientras por mi cabeza se suceden los rostros de mis victimas...y siempre al final...ese rostro...el rostro de mi creador....

Pobre muchacha... Aún recuerdo el odio y el rencor que la consumían por dentro, un dolor que alimentaba a su bestia y terminó por convertirla en una bestia aún más despiadada que su sire... 
 A veces me pregunto hasta dónde puede llegar la codicia y la maldad de alguno de los nuestros... Espero que allá donde esté haya encontrado su ansiada paz...
martes, 16 de octubre de 2012

Carta de Serena



Aún recuerdo aquellos años de caminar junto a las cristalinas aguas del arroyo, aquel fresco y limpio arroyo que bañaba los bosques de mi tierra ancestral. Mis pies descalzos acariciaban la tierra, sentía en mi cuerpo la viveza de un fuerte y frondoso bosque. Los animales encontraban en él un refugio en donde pasar sus días, reproducirse, criar a sus pequeños y finalmente, fallecer. El viento acariciaba las hojas de los árboles, creando con su roce una dulce melodía que recorría cada uno de aquellos mágicos rincones, sincronizando a todos los seres en una armoniosa y tenue sinfonía. Las coloridas flores y las abundantes plantas y arbustos daban un toque de color al verde del lugar, creando pequeños enclaves de mágicos arcoíris florales.
Ahora, de nuevo, vuelvo a caminar por donde antaño se encontraba aquel hermoso paraje, pero en estos oscuros tiempos ya apenas quedan árboles en el lugar. Los animales lo han abandonado, huyendo del yugo de los mortales o bien cayendo bajo sus armas. Los viejos espíritus que habitaban el lugar vagan perdidos, buscando aquel refugio que antaño fue su hogar, sus tristes y melancólicos lamentos se pierden entre el estruendo de las idas y venidas de las monturas mecánicas de estos tiempos. Solamente aquellos que aún guardan en sus corazones los recuerdos de la vida de antaño pueden ser capaces de escuchar sus voces, aunque muchos de ellos prefieren tapar sus oídos y cerrar sus corazones.
Cuando escucho hablar a los nuestros, en ocasiones puedo estar de acuerdo con ellos, sus afirmaciones respecto a nuestra monstruosa naturaleza bien pueden ser ciertas, pero muchos se excusan en que es debido a nuestra maldición y nuestras almas condenadas. Pero entonces, ¿entonces qué excusa tienen los mortales? ¿Acaso sus almas están tan condenadas como las nuestras? Cómo han sido capaces de destruir aquello que les da la vida... Nosotros decidimos si arrebatar o no una vida pero esa vida es utilizada, en nuestra arrogancia, para otorgarnos el poder de continuar en pie y alimentar nuestras condenadas almas, pero ellos... Ellos consumen la vida de la Madre sin pensar en nadie más, ni siquiera en su propia condenación al asesinar a su propia alma.
A mi buena y querida amiga Anesha, intenta evitar volver a nuestra tierra pues su visión de muerte y desolación no hará más que causar más pesar en vuestra alma. Espero que pronto volvamos a encontrarnos en un paraje como los de antaño, cuando lo halle recibiréis noticias mías de nuevo.
Hasta nuestro próximo encuentro.
Serena, reina de los bosques del Norte.

Mi vieja y ancestral amiga volvió a ponerse en contacto conmigo y nos reunimos de nuevo juntas en un hermoso paraje como aquellos en los que antaño vivimos, pero ésta historia y la de Serena son aún un pequeño secreto para ustedes...
viernes, 11 de marzo de 2011

Viernes 17 de Junio de 2010

Cuando recuerdo aquellos días de cálidos paseos bajo el amanecer, con la arena acariciando mi piel y el agua bañando mi cuerpo. En aquellos años aún saboreaba la sal del mar, los dulces frutos de los árboles y el calor de un cuerpo sobre el mío, sentía la vida desarrollándose en mi interior…
Aquellos dulces y hermosos días fueron teñidos con el color de la muerte y la traición, la guerra llegó hasta nuestras tierras, sumiéndolas en el caos y la desesperación. Las mujeres eran violadas y asesinadas, los niños raptados para ser vendidos como esclavos, nuestras tierras y hogares quemados, nuestros guerreros caían bajo sus espadas aunque no sin llevarse algunas de las vidas de nuestros enemigos.
Ante mis ojos vi como mi hogar ardía en llamas, y mi esposo era atravesado por la espada de Vladimir, el líder de nuestros enemigos, ante los ojos de nuestro pequeño. Al contemplar la escena agarré a mi pequeño fuertemente entre mis brazos y huí para salvar nuestras vidas, los ojos de Vladimir nos observaban con una sonrisa mientras huíamos de su yugo.
Encontramos un pequeño campamento de refugiados de nuestro pueblo, en el habían algunos aliados y otros de tribus rivales pero ahora todos teníamos el mismo enemigo en común y todos juramos que limpiaríamos nuestra tierra de esas sucias alimañas.
Volví de nuevo a mi años infantiles, a aquellos juegos de espadas y guerreros pero ahora las espadas no eran de madera, si no de frio acero. Nosotros teníamos la ventaja de conocer la tierra, conocíamos cada camino oculto y cada cueva, y ese conocimiento del terreno era nuestra mayor ventaja.
Mi pequeño se criaba junto a otros niños bajo la atentan mirada de las matronas, nuestro campamento fue trasladado a un lugar más alejado y escondido en donde poder preparar nuestras estrategias y reunirnos los jefes de las distintas tribus. Sí, al morir mi esposo yo asumí el papel del liderazgo de nuestra tribu, pues era la esposa del jefe tribal y la madre del futuro, así como poseer los conocimientos de la magia de la tierra y de las estrellas.
Las escaramuzas empezaron, nuestros compatriotas emboscaban a las tropas enemigas, arrebatándoles sus productos primarios y causando las mayores bajas posibles. Nuestra fuerza armada empezaba a mermar a las tropas enemigas y poco a poco iban abandonando nuestra tierra, pero Vladimir no quería abandonarlas y preparó la mayor batalla que nuestros ojos iban a contemplar. Mi espada, junto a las de mis tropas ansiaban la sangre de nuestro enemigo, sus manos estaban manchadas con la sangre de mi esposo y ahora era mi ocasión de vengar su muerte con mis propias manos.
Al caer la noche la batalla comenzó, nuestras tropas caían con facilidad, la fuerza de nuestro enemigo era mayor de la esperada, su fuerza no parecía humana y algunos de los nuestros luyeron creyendo que eran demonios. Yo, junto a mis camaradas continuamos luchando, sin decaer el ánimo, mi espada y mi cuerpo estaban bañados con la sangre de mis enemigos, apenas sentía mi cuerpo debido a las heridas pero mi única idea era acabar con la vida de aquel desgraciado.
Bajo la brillante luz de la luna observé a mi presa y conseguí acercarme a él, me sonreía con picardía mientras permanecía sobre una pila de cadáveres de mis compatriotas, yo le devolvía la sonrisa acariciando el filo de mi espada, saboreando el momento de poder hundirlo en sus carnes. Me abalancé sobre él y antes de poder llegar, mi cuerpo se quedó inmóvil ante su presencia, era incapaz de moverme y él me miraba con su desagradable sonrisa. Poco a poco se acercaba a mí, mirándome y sonriendo, justo cuando lo tenía delante conseguí que mi cuerpo respondiera y logré que mi espada atravesara su carne. En ese momento sentí su sangre en mis manos y me sentí extasiada, pero entonces mire su rostro y vi una tétrica sonrisa adornada por dos largos y afilados colmillos. Realmente me encontraba ante un demonio, dejé mi espada atravesada en su cuerpo y caí de espaldas asustada ante aquella presencia. Vi como se extraía la espada sin problemas y su herida se cerraba inmediatamente; entonces se acercó a mí, riéndose, yo era incapaz de reaccionar, el miedo invadía mi cuerpo. En esos momentos lo vi sobre mi y sentí como sus labios rozaban los míos, sus manos recorrían mi cuerpo y era incapaz de resistirme… Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, era una mezcla de asco y placer, aquellas manos que habían asesinado a mi amado ahora recorrían mi cuerpo indefenso y su mirada… Su mirada atravesaba mi propia alma.
De pronto sentí como unos afilados colmillos desgarraban y atravesaban mi piel y como mi vida, mi alma, eran succionadas… Ante mi veía las imágenes de mis años de juventud, el nacimiento de mi pequeño y todos los buenos momentos que había vivido y en el mismo instante que todo se volvía negro, sentí que nunca más podría volver a ver a mi hijo, que su madre moría en ese mismo instante… Entonces la oscuridad llenó mi corazón y mi alma y ya no sentí nada…
jueves, 27 de mayo de 2010

Noticias

“Atrás quedaron ya los años de juventud e inocencia. Ahora jamás podré volver a ser aquella niña que jugaba a las muñecas en sus hermosos aposentos, jamás volveré a saltar las olas del mar, ni a contemplar ningún otro amanecer.

Ahora soy un monstruo sediento de sangre y dolor, un ser que clama y busca venganza por un crimen ya olvidado.

Pero ni mi alma ni mi mente olvidan aquellos instantes de terror, el mismo terror que me gusta contemplar ahora en mis víctimas…


Ya no volverán las risas y los juegos, el cariño y la amistad; ahora solamente hay lugar para el odio y el rencor. La esperanza de la salvación ya no tiene valor para mí, soy un alma condenada que jamás podrá alcanzar el paraíso, solamente en infierno queda para mí.

Pero como antaño escuché, “Es mejor reinar en el infierno que servir en el cielo”. En este oscuro mundo yo soy una reina, rodeada de todos los placeres que se pueden desear, pero solamente anhelo una cosa y es la más difícil de alcanzar…


En esta brillante noche se despide de vos la eterna Reina Niña, si no volvéis a saber de mi ya conoceréis mi fin. Os lo ruego, haced mi última voluntad… "


El pergamino que contenía la última voluntad de mi vieja compañera jamás llegó a mis manos, al igual que ni una sola carta más… Quizás esté viva, quizás haya llegado a su añorado reino infernal… No lo sé, pero tengo toda la eternidad para averiguarlo…

lunes, 21 de diciembre de 2009

Sombras

Tenue la luz de la vela que alumbra mi alcoba, luchando para no extinguirse ante el aliento del viento, compitiendo contra las sombras que se ocultan tras la noche.

Cojo mi pluma y empiezo a escribir, mi mano parece moverse al son del gramófono que acompañaba mi soledad, las letras y las palabras cobraban vida con cada nueva curva. Mi mente acoge cada nueva idea para plasmarla en el pergamino, cada palabra que regresa a su hogar.

La escritura me ayuda a pensar, a recapacitar y a relajarme, demasiadas cosas se apilan en mi mente, debo dejarlas impresas para no olvidarlas, para no perderlas y para dejar constancia de su existencia. Si las dejo se convertirán en viejos libros cubiertos de polvo y olvidados.


París, 12 de diciembre de 1765.

La noche empieza a moverse entre las oscuras calles de la ciudad, los mortales se cobijan en sus casas, creyendo que allí están a salvo de los monstruos y las sombras que acechan en la noche, que ingenuos...

Un solitario hombre camina por las calles, acompañado solamente por una débil antorcha, es el encargado de encender las luces que se encargan de alumbrar las calles, de ahuyentar a los malditos, que inocentes...

Una joven muchacha se acerca hasta el anciano hombre, su dulce rostro y su inocente voz se ganan la confianza del mortal, éste accede a acompañar a la joven hasta su casa. Tras girar una esquina la apariencia de la linda muchacha cambia, lo que antes era una inocente niña ahora es un monstruo sediento de sangre, una diablesa de la noche cazando a su presa.

Tras su comida, se acicala, ahora es la hora de regresar bajo el manto de su señor, pero no ira muy lejos... Alguien la ha olido, ahora la cazadora se convertirá en presa, su instinto ya la ha avisado, el guerrero de Gaia la ha detectado, su no vida puede terminar... Corre, corre hasta la seguridad de las sombras y de su amado... ¿Escapará? Sólo el destino decidirá...

Las noches pasan, los cazadores se convierten en presas y las presas en cazadores, cada noche se aprende una lección, la de esta noche ha sido "Nunca confíes en nadie, sólo en ti mismo".


Este blogg me gustaría dedicarlo a desarrollar una historia por capítulos, basándome en pequeños relatos que iré publicando poco a poco, hasta conseguir una historia completa, aunque... De momento, no tiene final...

A todos aquellos que empiezen a leerme, GRACIAS.

Y para aquellos que continuen haciéndolo a lo largo del tiempo... Espero que les guste...