“Atrás quedaron ya los años de juventud e inocencia. Ahora jamás podré volver a ser aquella niña que jugaba a las muñecas en sus hermosos aposentos, jamás volveré a saltar las olas del mar, ni a contemplar ningún otro amanecer.
Ahora soy un monstruo sediento de sangre y dolor, un ser que clama y busca venganza por un crimen ya olvidado.
Pero ni mi alma ni mi mente olvidan aquellos instantes de terror, el mismo terror que me gusta contemplar ahora en mis víctimas…
Ya no volverán las risas y los juegos, el cariño y la amistad; ahora solamente hay lugar para el odio y el rencor. La esperanza de la salvación ya no tiene valor para mí, soy un alma condenada que jamás podrá alcanzar el paraíso, solamente en infierno queda para mí.
Pero como antaño escuché, “Es mejor reinar en el infierno que servir en el cielo”. En este oscuro mundo yo soy una reina, rodeada de todos los placeres que se pueden desear, pero solamente anhelo una cosa y es la más difícil de alcanzar…
En esta brillante noche se despide de vos la eterna Reina Niña, si no volvéis a saber de mi ya conoceréis mi fin. Os lo ruego, haced mi última voluntad… "
El pergamino que contenía la última voluntad de mi vieja compañera jamás llegó a mis manos, al igual que ni una sola carta más… Quizás esté viva, quizás haya llegado a su añorado reino infernal… No lo sé, pero tengo toda la eternidad para averiguarlo…
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